martes, 9 de julio de 2013

IDEALISMO

Es una postura filosófica que puede ser entendida en un sentido amplio o más estricto. En sentido amplio y ontológico, el idealismo es cualquier postura filosófica que afirme la realidad de las Ideas por encima de la materia o lo sensible. Dicho de otra manera, que lo propiamente real serían las Ideas y nada más. En este sentido, el primer idealista de la historia de la filosofía sería Platón ya que para él es el Mundo de las Ideas el único verdaderamente real. Lo mismo sería válido en sentido gnoseológico: la Ideas serían el verdadero objeto de conocimiento y no la materia o lo sensible. En este sentido, el idealismo es lo opuesto al materialismo.

En la Edad Moderna es Descartes (s. XVII) el primer filósofo que reconoce la importancia gnoseológica de las Ideas. A partir de la certeza del cogito sólo podemos estar seguros de las Ideas que tenemos, sean éstas adventicias, facticias o innatas.

Sin embargo, no cabe asociar el Idealismo al Racionalismo, ya que desde el empirismo también se puede fundar el conocimiento desde las Ideas, siempre que se conciba la misma experiencia como Idea. Este fue el caso de Berkeley.

En sentido más estricto, el Idealismo es una corriente filosófica alemana de la primera mitad del s. XIX, iniciada por Kant (Idealismo trascendental), seguida por Fichte y Schelling, y liderada sobre todo por Hegel. El Idealismo trascendental de Kant se puede justificar por la separación entre el fenómeno (lo que verdaderamente conocemos y hasta donde lo conocemos) y el noumeno (la cosa-en-sí o tal como sería para un conocimiento perfecto o divino). Para Kant las Ideas de la Dialéctica (Dios, Alma, Mundo) son precisamente el límite del conocimiento ya que son totalidades que rebasan el límite de la finitud del conocimiento humano. Seguramente la afirmación más importante del idealismo alemán sería la máxima de Hegel: “todo lo real es racional y todo lo racional es real”. Según este Idealismo, la realidad se constituye como Idea; incluso la materia no es otra cosa que una Idea.

De manera coherente con todo esto, el conocimiento es concebido como pura subjetividad y el objeto no es otra cosa que la forma subjetiva trascendental (o ideal).  Este enfoque del conocimiento supone una concepción de la verdad que no puede estar de acuerdo con la teoría de la adecuación tal como se entiende en el realismo (que se puede considerar la postura contraria) a partir de Tomás de Aquino. Desde este punto de vista, la verdad no puede ser otra cosa que la esencia de lo real.

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