Hay
que decir que, en sentido amplio, el Neopositivismo incluye a muchos más
filósofos, algunos de ellos muy posteriores, que han seguido en lo fundamental,
en la órbita de los planteamientos del Círculo de Viena (B. Russell, Quinn o Ayer, p.e.).
Seguramente el representante más destacado (y heterodoxo) de esta corriente de pensamiento sería L. Wittgenstein (1889-1951), sólo en su primera época, que entiende la filosofía como un lenguaje cuyas afirmaciones no son comprobables de la misma manera que las afirmaciones científicas y, por lo tanto, carente de verdadero contenido. La filosofía no puede ser ni verdadera ni falsa, sino sólo, en el mejor de los casos, una escalera que hay que arrojar una vez usada.
Esta
corriente filosófica se caracteriza por una fuerte impronta de las ciencias
naturales, cuyo método defienden frente a la vaguedad de los resultados de la
filosofía tradicional. La filosofía, para ellos, sólo debe ser una reflexión
metodológica sobre la ciencia. Por otro lado, su núcleo de reflexión es el
lenguaje. Para ellos, es el correcto uso del lenguaje lo que diferencia una
ciencia de una pseudociencia (algo que parece ciencia pero no lo es). El
ejemplo más claro de pseudociencia para ellos es la metafísica. Eso es lo que ya no debe ser la filosofía.
Las
ideas que queremos destacar de su concepción de la ciencia son las siguientes:
- Unidad de la ciencia. La unidad deriva del uso de un único método y un uso válido del lenguaje.
- La tarea de la filosofía debe ser el “análisis lógico de los conceptos y de las proposiciones de las ciencias”, esto es, la “sintaxis lógica del lenguaje científico”. En consecuencia, la filosofía es una actividad, no una teoría.
Para
Carnap hay 3 tipos de proposiciones: Tautológicas
(no aportan información nueva: matemáticas, lógica, juicios analíticos de
Kant), Pseudoproposiciones (no son
experimentables, p.e. “Dios existe”) y las Protocolarias o Experimentables.
Todo
esto significa que la Metafísica es
rechazada por la no verificabilidad de las proposiciones, por el uso incorrecto
que hace del lenguaje, en concreto en mal uso de la sintaxis y el uso de
concepciones derivadas de la imaginación y de generalización no justificada de
los resultados de la ciencia.
El
análisis lógico del lenguaje ha revelado que las pretendidas “proposiciones” de
la Metafísica son en realidad “pseudoproposiciones”. El lenguaje consiste en
palabras + reglas de formación de proposiciones (sintaxis). Esto da lugar a dos
tipos diferentes de pseudoproposiciones: las construidas a partir de palabras
vacías (sin significado empírico) y las construidas por una errónea aplicación
de las reglas del lenguaje.
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