jueves, 11 de julio de 2013

POSITIVISMO

Por positivismo suele entenderse aquella actitud que considera que la ciencia y la filosofía deben limitarse al análisis de los hechos de experiencia, estableciendo entre ellos relaciones y leyes. Esto implica una renuncia a conocer qué es la realidad, qué son, en esencia, las cosas. Si entendermos la metafísica como la ciencia que trata del ser de las cosas, el positivismo implica una actitud antimetafísica (en sentido similar al ya mantenido por Hume)

En la ciencia surge contra la ontologización de la física. Es decir, contra el intento de explicar qué es la realidad (qué es la materia, qué es el espacio, etc.). Los positivistas sostienen, por el contrario, que la ciencia debe limitarse a describir los fenómenos en base a leyes matemáticas, sin entrar en su naturaleza.

El positivismo es una corriente de pensamiento de influencia sobre todo en Francia y Reino Unido. Su representante más conocido es A. Comte, que afirma que el estadio positivo de la humanidad es el último en una escala de progreso, el más racional, posterior al teológico y metafísico (ley de los tres estados). Sus representantes más destacados en el Reino Unido serían J. Stuart Mill y A. Smith.

El pensamiento positivo (de “posición”) es aquél que se atiene sólo y exclusivamente a “los hechos” y a lo “relativo”, huye del fundamento y de lo absoluto. Evidentemente es un rechazo frontal al Idealismo alemán. Está relacionado con el empirismo y con el desarrollo de la ciencia, a la que quiere emular. Para ellos, sólo la ciencia positiva y el pensamiento empírico pueden llegar a la verdad.

La influencia de esta corriente de pensamiento llegará al s. XX, en que aparecerá el “positivismo lógico”.

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